LEON XIII
  [041] (1810-1903)

 
   
 

 
  

     Para la Historia, fue el Papa de los obreros y el últimos Obispo de Roma que fue soberano en los Estados Pontificios. Para la Iglesia fue el Sucesor de Pedro que vivó tiempos difíciles y supo mantener con serenidad el timón de la Barca ajetreada por las olas del mar.


      1. Vida

 Su nombre fue Vincenzo Gioacchino Pecci. Fue el sexto hijo de una familia humilde. Nació el 2 de Marzo de 1810, en Carpineto, cerca de Roma.  Fue educado con los jesuitas de Viterbo de 1818 a 1824. Luego pasó al Colegio Romano hasta 1832. Más tarde ingresó en la Academia de Estudios Eclesiásticos, donde culminó sus estudios en 1837.
    Ese año fue ordenado sacerdote y entró en el servicio del Papa. Fue desig­nado gobernador pontificio en Benevento (1838-41), entonces dominio del Papa. Luego fue enviado a Perugia (1841-43) con el mismo cargo. Se mostró siempre con gran sensibilidad y justicia en el gobierno de los lugares que el Papa le encomendó, mereciendo el aprecio y respeto de cuantos le conocieron.
   Su inquietud social le llevó a iniciar un Banco para ayudar a los pobres.
   En 1843 fue consagrado obispo por Gregorio XVI y enviado como Nuncio a Bélgica. Dos años más tarde regresó como Obispo de Perugia.
   En 1853 fue elegido Cardenal por Pío IX. Como Obispo cuidó con especial afecto y esmero la instrucción religiosa de sus fieles. Enamorado de Sto. Tomás de Aquino, fundó el año 1859 la Academia de este Santo, que fue un centro de estudios tomistas de singular relieve.
   En 1860 el Estado pontificio de Perugia fue anexado a Cerdeña y se impuso un gobierno laicista, inspirado por los gobernantes piamonteses. Se pusieron trabas a la libertad religiosa y obstáculos al ejercicio pastoral. Protestó fuertemente contra los abusos de los gobernantes. Sin embargo, supo mantener una discreta y diplomática relación con los gober­nantes evitando males peores.
   En sus pastorales publicadas entre 1874 y 1877 resaltó el acercamiento entre la religión católica y la cultura moderna, mereciendo el respeto incluso de sus adversarios.
   El año 1877 fue reclamado a Roma por el Papa. Pío IX le designó Camarlengo, que significaba Administrador de los asuntos de la Iglesia.

   2. Pontificado

   Al morir Pío VII, fue elevado al Pontificado el 20 de Febrero de 1878. Tenía 69 años y salud precaria; se pensó que sería un pontificado de transición y de corta duración. Sin embargo, le quedaban 26 años de acción pastoral, pues falleció a los 94 años.  En ese tiempo publicó más cincuenta documentos y marco sabias directrices en diversos campos. Tal ves los dos más significativos fueron el social y el político.
    En el social, llegó a ser conocido como el Papa de los Obreros. Su actividad pastoral constante, serena, metódica y oportuna, fue beneficiosa en un mundo en el que las convulsiones proletarias eran el pan de cada día y las opresiones de los injustos sistemas capitalistas resultaban exasperantes.
    En lo político, se enfrentó con la espino­sa cuestión romana de la única forma que era posible: la protesta de la razón contra la opresión del a violencia. Tuvo que tolerar las insidias y atropellos de la monarquía piamontesa, usur­padora de los Estados Pontificios desde 1870.
    No se acobardó por las dificultades. Desde su "prisión" del Vaticano multiplicó sus gestos ecuménicos y sus directrices eclesiales, que llegaron al mundo.
   La más importante de sus Encíclicas fue la "Rerum novarum", publicada el 15 de Mayo de 1891. Con ella iniciaba el Pontífice su Magisterio Social. Posteriormente sería juzgada como "tardía", dado que otros, como Marx en el manifiesto de 1848, se habían adelantado en el mundo del proletariado. Pero posteriormente, el documento que hablaba de los derechos de los obreros, del salario justo, de la necesidad del orden social,  sería mirado como un hito en la tarea iluminadora del Magisterio en el mundo. A distancia, tal vez sea exagerado lla­marla "Carta Magna del Trabajo"; pero, en su momento, fue un aliciente para toda la sociedad, sobre todo para el mundo cristiano, que comenzó a despertar de sus viejas posturas burguesas.
   Resaltó también la postura del a Iglesia en otros terrenos. Resaltó en muchos  documentos el valor de la cultura profana y su compatibilidad con la fe cristia­na. Defendió el estilo de pensamiento de Santo Tomás de Aquino. A ello dedicó su Encíclica "Aeterni Patris".
   Hizo lo posible por acercarse a la Iglesia Oriental. El objetivo era lograr la reunifica­ción de quienes se habían separado de la Iglesia y logró la armonía y práctica reunificación en 1879 con las Iglesias caldea y armenia. No logró la misma sintonía con la Iglesia anglicana que, en 1896, se distanció de Roma.
   Abrió el Archivo Vaticano en 1883 a los diversos historiadores que estudiaban aspectos relacionados con las intervenciones pontificias del pasado.
   Con el Estado francés tuvo disensiones, por el laicismo que alentó la mayor parte de los gobiernos del final del siglo. Obtuvo cierta paz con Alemania, después de la persecución religiosa que se conoció con el nombre de Kulturkampf, em­prendida por Bismark con su leyes vejatorias de 1873. Hizo también de árbitro en torno a las Islas Carolinas, cuya pose­sión territorial se disputaban Alemania y España.
   El Papa León XIII murió a los 94 años, el 20 de Julio de 1903. Dejaba un recuerdo de valentía, de serenidad y de fe.

 

 

   

 

3. Su acción pastoral

   Sin duda, León XIII fue un Papa que dejó estela luminosa en los terrenos políticos y laborales. Pero su tarea fundamental estuvo en el campo pastoral y doctrinal. Culto, liberal y abierto como era, desarrolló una verdadera tarea de instrucción cristiana a través de sus Encíclicas y documentos.

   3.1. Magisterio y documentos

   En la Encíclica "Providentísimus Deus" (1893) marcó las pautas para los Estudios Bíblicos.
   Pidió la renovación en los estudios teológicos con la "Aeterni Patris" (18­79), reclamando una orientación tomista.
    En la "Satis cognitum" (1896) reiteró las mismas directrices y reclamos. Mostró su sentido espiritual delicado y sincero en la Encíclica "Divinum illud munus." (189­7)
    Y expuso su doctrina sobre la importancia y los derechos de la Familia en la "Arcanum divinae Sapientiae." (1880)
    Su doctrina social quedó consignada en documentos selectos: ""Diuturnum illud" (1881), "Inmortale Dei" (1885), "Libertas Praestantissimum" (1888), sobre todo en la "Rerum novarum" (1891)

   3.2. Línea pedagógica

   Especialmente sensible a la justicia, a la tolerancia y al respeto, marco cauces imborrables en lo relacionado con la convivencia y la paz.
   Las ideas sembradas resonarían por más de un siglo, recordadas por otros Papas ("Cuadragésimo anno", de Pío XI, "Octogésima adveniens" de Juan XXIII y "Centesimus annus" de Juan Pablo VI), señal de que el mensaje permecería vivo mucho tiempo después y marcaria una línes social en la Iglesia.
   Por eso tal vez sea la catequesis sobre la justicia y sobre la conviven­cia, que fueron los ejes de la "Rerum novarum," los que más merecen la pena recordarse de este Pontífice.
   Pero eso no obsta para que se recuerden también otros tres ejes catequéticos propios de su pontificado: su firme y valiente defensa del hombre frente a los peligros de las concepciones antropoló­gicas materialistas; la defensa de la libertad de la Iglesia respecto a los intereses y poderes políticos o económicos; el valor espiritual del ser humano, al margen de su raza o profesión, ya que todos son hijos del mismo Padre Dios.

  Los pensadores socialistas y sus ideas en siglo XIX

  El movimiento socialista y revolucionario del XIX se inspira en:
 
  - Bruno Bauer (1809-1882).
    Agresivo y despectivo antirreligioso con libros como "El cristianismo descubierto".
  - D. Federico Strauss (1802-1874).
    Situado en una visión impía de la sociedad con "Historia de Jesús".
  - Max Stiner (1806-1855).
    Defensor de la revolución proletaria con su "Historia de una reacción".
  - Luis Feuerbach (1804-1872).
    Fanático anticristiano e inspirador de Marx, con "La esencia del cristianismo" y "Fundamentos de la Filosofía del porvenir", entre otros.
   - Carlos Marx (1818-1883).
   Ideólogo e inluyente intelectual con su popular "Manifiesto del partido comunista" y con su  tratado científico de "El Capital".
   - Federico Engels "1820-1895).
     Compa­ñero fiel de Marx, con su estudio "Del socialismo utópico al socialismo científico."
   - Enrique Sidgwick (1838-1900).
   Abierto y sensible, con su promoción de la mujer proletaria en "Los métodos de la Etica" o en "Principios de la economía política".
 
   Común denominador de todos ellos puede ser el lema marxista: "Proletarios de todo el mun­do, uníos", última sentencia del "Manifiesto" de Marx, inspiradora de la reacción prole­taria ante la situación social injusta que reclama a gritos una solución.

   Esquema de la Rerum Novarum

  El entorno de la Encíclica se mueve entre el socialismo revolucionario del proletariado y el liberalismo burgués del capital.

  1. Situación de cambio en el mundo obrero.   Ambiente revolucionario. Hay tensiones patronos y proletarios.
  2. Error de los socialistas al crear violencia para resolver con la lucha los problemas.
  3. Importancia del trabajo y de la sociedad. Y es un derecho el salario por el trabajo.
  4. La posesión privada es conforme a la naturaleza humana y nadie puede negarla.
  5. El hombre es libre y debe recibir el provecho del trabajo para sí y para la familia.
  6. La solución a los problemas no es atentar a la propiedad privada, sino ordenar el provecho del trabajo al bien común.
  7. Los obreros tienen derechos, pues son personas y no siervo. Explotarles por lucro no es cristiano, sino abuso intolerable.
  8. Pobres y ricos deben entenderse y ambos deben aceptarse y compartir los bienes.
  9. Las leyes del Estado deben ayudar al orden y al reparto justo, sin opresiones.
 10. Respetar derechos es necesario. El Estado no debe anular al individuo.
 11. El trabajo es motivo de dignidad. Debe ser respetado y protegido por la Sociedad.
 12. El derecho al salario, al descanso y al respeto es sagrado para todos.
 13. La asociación es justa para los obreros y es derecho de la naturaleza.
 14. La violencia que pregonan los revolucionarios no resuelve las discrepancias.
 15. La Iglesia tiene el deber de colaborar en la paz y entendimiento de todos.         León XIII. 15 Mayo 1891

    Los pensadores burgueses  y sus mensajes en el siglo XIX

  La reacción pragmatista y burguesa se centra en el capitalismo cuyas líneas más definidas se hallan en los siguientes autores y libros emblemátiocos:
  - Adam Smith (1723-1790) con su clásico libro "Investigación sobre la natulaleza y causas de la riqueza de las naciones", sigue influyendo fuertemente.
  - "David Ricardo (1772-1823), defiende la propiedad total con sus "Principios de economía política y del impuesto".
  - Augusto Comte (1789-1857) promocionó el movimiento positivista con su "Curso de Filosofía positiva" o con su "Catecismo positivista".
  - E. Littre (1801-1881) se orienta al utilitarismo con "Aplicación de la filosofía positiva al gobierno de las sociedad".
  - Carlos Darwin (1809-1882), con su visión materialista del hombre y de la evolución da el tono en sus obras "El origen de las especies por la selección natural" o en "El origen del hombre."
  - Herbert Spencer (1820-1903), de asombrosa popularidad con "Sistema de filosofía sintética", orienta el pensamiento a la convivencia social liberal.
  - John Stuart Mill (1806-1883) empuja hacia el utilitarismo con su "Sobre la libertad" o con "El Utilitarismo."
  - J. Fiske (1842-1901) empuja el pensamiento hacia un evolucionismo integral con "La idea de Dios en el moderno conocimiento".

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